Las Apariciones de la Santísima Virgen María en San Sebastián de Garabandal

Capítulo 79

 

P. George Costigan, Capellán militar.

Curó de un cancer durante su visita a Garabandal.

El pueblo de San Sebastián de Garabandal, donde tuvieron lugar las Apariciones de la Santísima Virgen María.

"Por medio del beso que he dado aquí mi Hijo hará prodigios".

 

 

El Padre George Costigan, es Capellán Militar, coronel retirado del ejército de los Estados Unidos, U.S. Military Vicariate.

Dice el P. George Costigan:

En 1991, fui operado de un tumor canceroso encima de mi ojo derecho. Me quitaron el tumor, pero la vista de mi ojo derecho quedó seriamente dañada. Después que me jubilé, en 1994, me dieron permiso para viajar a Lourdes en una peregrinación.

Me lavé la cara varias veces en el agua de Lourdes y en la mañana del tercer día en Lourdes, algunos soldados americanos me invitaron a ir con ellos a una  pequeña aldea del norte de España llamada Garabandal, donde nuestra Bendita Madre se apareció a cuatro niñas españolas de 11 y 12 años. Estas Apariciones tuvieron lugar entre los años 1961 a 1965.

Durante nuestro viaje de cinco horas desde Lourdes, Francia, a Garabandal, España, rezamos varios rosarios por los enfermos, no solo por los que tenían enfermedades físicas sino también por los enfermos del espíritu. No hice mención de mi cancer a ninguno de los soldados .

Cuando llegamos en Garabandal, los soldados fueron al restaurante mientras yo fui a la Iglesia de la parroquia. Después de rezar mucho ante el Santísimo, salí de la Iglesia y me senté en un banco de piedra.

Llevaba una camisa blanca, pantalones y sandalias negros. Poco después vino una niña de cinco o seis años, se detuvo ante mí por un momento y entonces me preguntó si quería ver a Jacinta, una de las videntes que en aquellos dias estaba en el pueblo.

Le dije:

-- ¿Por qué Jacinta va a querer hacer eso?.

Contestó la niña:

-- ¿No es usted el Sacerdote con cancer?.

Me quedé helado. No podía creer lo que acababa de oír y todavía me emociono cuando recuerdo sus palabras. Yo no había dicho una palabra a nadie acerca de mi cancer, ni a los soldados ni a nadie en la aldea.

 

Jacinta da a besar a la Virgen un rosario.

 

La campana de la iglesia comenzó a sonar y unos minutos más tarde, Jacinta vino hacia mí y me colocó su mano derecha con su rosario besado por la Virgen en la frente. Sin decir nada, Jacinta sonrió y entró la iglesia.

Supe que era Jacinta por otra señora que me preguntó lo que Jacinta me había dicho. Entonces entré en la iglesia y empecé a rezar el rosario en latín.

En la última Avemaría del rosario, la vista de mi ojo derecho era casi perfecta. Podía ver facilmente el Altar y el Tabernáculo dorado. ¡Estaba lleno de alegría y con una emoción muy grande!.

Esa noche me senté en una mecedora, rezando toda la noche varios rosarios. Tenía miedo de que, si me dormía, no fuese capaz de seguir viendo con mi ojo derecho por la mañana. Estaba muy emocionado por lo sucedido.

Los tres médicos oculistas que me vieron me habían dicho que yo no podría ver mas con el ojo derecho porque el rayo de la radioterapia contra el cancer había dañado y atrofiado los vasos sanguíneos del ojo derecho.

El hecho es que mi cancer ha desaparecido y veo perfectamente con mi ojo derecho. Dios me curó por la intercesión de la Bendita Madre de Garabandal por medio del Rosario besado por Ella que Jacinta me puso sobre mi frente.

 

A. M. D. G.

 


 

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