Tribuna Invitada
La muerte de Wesolowski
por Jaime Torres Torres
elnuevodia.com
3 de septiembre de 2015
http://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/lamuertedewesolowski-columna-2094408/
Despierta suspicacias la muerte del exreligioso polaco Jozef Wesolowski, que fue nuncio en la República Dominicana y delegado apostólico en Puerto Rico entre 2008 y junio de 2014, fecha en que fue degradado al estado laical por el papa Francisco.
Wesolowski, de 67 años, aguardaba por un juicio en El Vaticano tras hallarlo culpable la fiscalía de Santo Domingo de abuso sexual, prostitución infantil y pornografía, según revelaciones de la prensa dominicana. ¡Qué muchas preguntas dejó sin responder!
En el juicio al que se hubiese enfrentado en el Estado del Vaticano debía revelar la identidad de los “otros desconocidos” que participaron de sus depravaciones y, si los crímenes sexuales cometidos tanto en República Dominicana como “en otros lugares”, también ocurrieron en Puerto Rico, adonde viajaba periódicamente, hospedándose en el apartamento que la Iglesia le paga a los delegados apostólicos en Guaynabo.
El escándalo de abusos sexuales que involucran a sacerdotes de la Diócesis de Arecibo fue alegadamente encubierto por Wesolowski, experto canonista, durante el tiempo en que representó al papa Benedicto XVI en la provincia eclesiástica de Puerto Rico.
En enero de 2014, la licenciada Agnes Poventud reveló a los medios la denuncia que un año antes presentó contra el obispo de Arecibo por un supuesto acto de índole sexual contra un hombre, cuando era menor. Como “medida cautelar”, según dispone el Derecho Canónico, si un sacerdote es acusado de conducta depravada es relevado de su ministerio mientras se investiga.
La Congregación de la Doctrina de la Fe, tras una investigación que inició en 2013, que a su vez encomendó al obispo de Caguas, Rubén González Medina, archivó la alegación contra Fernández Torres. Empero, en 2013 la “medida cautelar” no le fue aplicada porque no fue canalizada por su amigo y aparente protector Wesolowski.
Las investigaciones de los escándalos de abuso sexual revelaron un esquema de encubrimientos, persecución a sacerdotes por parte de algunos jerarcas, trato preferencial para otros y desembolsos de miles de dólares a cambio del silencio de algunas víctimas.
Este periodista llevó a la atención de clérigos, incluso del fenecido cardenal Luis Aponte Martínez, casos de abuso sexual perpetrados por sacerdotes y la respuesta solía ser: “No digas nada, porque le harás daño a la Iglesia”.
Sin las investigaciones periodísticas, parte de los escándalos que estremecen a la Iglesia no hubieran trascendido al conocimiento público. Hay daño es colateral y el dolor es inmenso.
Hoy, la misión de la Iglesia debe ser la reconstrucción de la maltrecha reputación de su jerarquía.
|